Te quiero, como las peras a los peros pero sin pausas, ni esperas ni peros,
como cuando cada noche me miras como si fuera el primero.
Te quiero, sin más.
De bar en bar nos ardía la garganta,
buscando siempre la manera de liarla. Huías del día siempre que podías, había un garito abierto y lo sabías...Abre!!